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A menudo nos quejamos de que no nos escuchan nuestros hijos, ¿Cuántas veces repetimos «recoge los juguetes» » qué deberes tienes» «qué has hecho en el cole» ? así un sin fin de cosas…y actúan como si nadie hubiera abierto la boca. Otras veces les damos una serie de instrucciones y….¿Hay alguien ahí? Siiiii, pero no me escucha. Cuando esto sucede nos crea mal estar, irritabilidad, levantamos la voz  e incluso podemos llegar a dar un grito y todo esto no nos ayuda en absoluto para que nuestras hijas e hijos nos escuchen porque saber como hablar es tan importante como saber escuchar.

A continuación os dejamos una serie de consejos para trabajar  la escucha activa, de esta manera vuestros hijos adquirirán, más seguridad, empatía y fortaleceréis los vínculos en la familia.

  1.  Cuando habléis a vuestros hijos poneros a su altura y que os miren a los ojos. También podríais de manera muy delicada cogerles de  la carita por la barbilla solo para que os vean cuando les habláis y así lograr su atención y os  escuchen lo que estéis  diciendo.
  2. Tenéis que mostrarles cómo se hace y no solo se lo digas. Por ejemplo: si hay que recoger la habitación no le digas solamente que hay que recogerla sino que tú coges el libro que está en el suelo lo recoges y lo pones en la estantería, mientras le vas explicando que el libro va en la estantería.
  3. Utilizad  pocas palabras cuando deis una orden a vuestros hijos. Cuantas menos palabras utilicéis mejor, ya que los niños son capaces de prestar atención pero por cortos periodos de tiempo, por lo cual es muy importante no desperdiciar estos cortos periodos de tiempo cuando el niño nos atiende, a veces con tan solo decirle “los zapatos”  al niño le viene a la mente y se da cuenta que tiene que ponerse los zapatos.
  4. Dejad a vuestros hijos  una notita en aquellas cosas que le habéis repetido una y mil veces lo que le recomendáis que deben hacer o que no deben hacer, por ejemplo: que no debe hacer  en el sofá.
  5.  Tened  un poco de paciencia y esperad a que vuestros hijos e hijas entiendan lo que les habéis dicho, El niño o niña dependiendo de la edad puede tardar un poco más de tiempo en entender que lo que le estamos diciendo. A veces es bueno contar mentalmente hasta 10 para esperar y ver si el niño tendido lo que le hemos dicho.
  6.  Dar la orden por partes. Es mucho más fácil y efectivo  decir al niño ponte los zapatos y una vez que ya el niño se ha puesto los zapatos decir ahora coge el abrigo. Si les decís todo a la vez como por ejemplo: «coge los zapatos y coge el abrigo», o les decís  algo mas genérico como «prepárate» que tenemos que salir  el niño, la niña no lo verá tan claro y se va a distraer con otras cosas.
  7.  Involucrad a vuestros hijos con todo lo que es la vida diaria de esta manera  se van a sentir mucho más valorados, mucho más integrados y mucho más importantes.  Por ejemplo si pensáis ir al supermercado decírselo «tenemos que ir al supermercado», al involucrarse en la actividad cada uno puede tener una labor como por ejemplo ayudar a meter los alimentos en el carro de la comprar. También es importante que vuestras hijas e hijos entiendan que todos tenemos necesidades. Nos referimos que si el  niño o la niña quiere ir al parque en lugar de ir al supermercado, tenemos que  hablar con él o ella y comentarles que primero iremos al supermercado y luego iremos al parque, de esta manera estamos creando juntos  un plan para lograr hacer ambas cosas que ambos queremos hacer. Si les involucramos en la planificación de nuestras actividades de esta manera será mucho más fácil que vuestros hijos participen más.

Si ponemos en práctica estos consejo veremos como poco a poco los niños nos van prestando más atención. La mayoría de las veces no es tanto que el niño no nos está prestando atención sino que no nos estamos dirigiendo al niño de la forma correcta, no estamos estableciendo un contacto visual, tampoco estamos entendiendo que su tiempo de atención es muy corto y muchas veces también ocurre que no estamos utilizando las palabras adecuadas para que el niño nos entienda.

La comunicación es una herramienta indispensable que hay que saber utilizar y cuidar para tener una buena relación con nuestros hijos e hijas durante toda la vida. Es importante trabajar la comunicación desde que nacen y no olvidar que nuestros bebés crecerán y llegarán a una etapa algo «dificililla» como es la adolescencia  en la  la  comunicación  tan buena que se tenía  desaparece de repente.Por este motivo os recomendamos el libro «Cómo hablar para que los adolescentes escuchen y cómo escuchar para que los adolescentes hablen». Este libro, lleno de consejos fáciles de aplicar, viñetas y páginas de resumen, es una obra  indispensable que os ayudará a establecer los cimientos de una relación sana, basada en la comunicación y no en las reprimendas. Las autoras Adele Faber y  Elaine Mazlish han creado un innovador enfoque para un diálogo sincero, abierto y de respeto mutuo entre padres y adolescentes.
Se trata de una estrategia que evita discusiones, reduce frustraciones y fomenta una comunicación reflexiva sobre todos los temas, desde la hora en que hay que llegar a casa o los deberes hasta las drogas y el sexo.

 

Fuentes: Educación Montessori online. Familia y salud.

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