fbpx

Judo, futbol, natación, baloncesto, inglés, francés, teatro, danza, pintura… La variedad de actividades extraescolares que tenemos hoy en día al alcance de la mano es incontable, y cada día aparecen más cantidad y más variadas. Este tipo de actividades favorecen a la asimilación de contenidos, destrezas, valores, creatividad y autoestima, beneficiosos en todos los ámbitos para el desarrollo de nuestros hijos.

¿El principal atractivo para los alumnos? La desconexión y socialización con los compañeros.

¿El principal atractivo para las familias? La formación extracurricular que reciben, beneficiosa tanto en sus estudios como en su bienestar emocional y permiten una mejor conciliación.

Muchas de estas actividades fuera del aula ayudan a mejorar significativamente al alumnado en algunas asignaturas impartidas en el colegio, y pueden aumentar el rendimiento escolar, mientras que otras mejoran su coordinación y agilidad, como es el caso de los deportes.  Si nos paramos a observar las actividades deportivas encontramos, además, una mejora en su bienestar físico y emocional, ya que reducen el sedentarismo y favorecen las relaciones grupales. En cualquier caso, todo tipo de actividad extraescolar favorece la adquisición de rutinas y el desarrollo de habilidades, como la memoria y la concentración.

A la hora de seleccionar aquellas actividades que mejor se adapten a nuestros hijos, lo primero que se debe tener en cuenta es su criterio, ya que son ellos los que van a disfrutarlas. Conocer sus gustos e intereses también puede ayudar a determinar si lo que necesitan es realizar una actividad física o, por el contrario, potenciar sus competencias lingüísticas, matemáticas o creativas en otro tipo de actividades.

 

Una actividad impuesta sin su participación en la elección puede desencadenar en un conflicto interno y la falta de entusiasmo hacia el desarrollo de esa actividad, considerándola una obligación.

Y llegados a este punto, nos planteamos la pregunta clave: ¿Cuál sería el número recomendable de actividades a realizar?

Una sobrecarga de asistencia a este tipo de actividades puede resultar contraproducente. Se aconseja siempre establecer un equilibrio entre la vida escolar y las actividades que realizan fuera de ella, ya que un exceso de obligaciones y responsabilidades en estas edades tan tempranas pueden ejercer demasiada presión sobre ellos, desencadenando episodios de estrés y angustia. La premisa de las extraescolares se basa en que se tratan de actividades de ocio para los niños y niñas y,  por lo tanto, de disfrute.

 

FUENTES: educación 3.0 / pinterest

5/5 - (87 votos)