Cuánto hemos echado de menos a nuestros alumnos en el confinamiento, sólo llevábamos un par de semanas y nos parecía que había pasado un siglo. Aunque hemos tenido contacto gracias a las nuevas tecnologías hay algo que sólo se vive en las aulas como es el vínculo entre profesor y alumno.
Para Francisco Mora doctor de Medicina y Neurociencia los profesores somos insustituibles y su labor presencial en la escuela como transmisores de emociones es clave para un acompañamiento y aprendizaje. VER ENTREVISTA
También grandes educadoras y educadores nos hicieron ver hace ya un tiempo la importancia del vínculo profersor- alumno como María Montessori, Gabriela Mistral y Federico Froebel.
Nosotros como alumnos que hemos sido podemos saber qué profesores significaron algo para nosotros.
Las personas no sólo aprenden desde lo cognitivo, sino que desde que es persona aprende de su relación con los demás de los sentimientos y emociones que ha experimentado. No olvidemos que la emoción y la imaginación son muy necesarias e indispensables en la educación.
El cerebro es un órgano que conoce, siente y sobre todo se relaciona. Su capacidad de conocer y sentir está al servicio de establecer relaciones y vínculos.
El cerebro es un órgano social. Lo primero que tiene que asegurar la inteligencia es la supervivencia, el niño no sobrevive sin vinculación. El cerebro se apaga frente al estrés, cuando se tienen vínculos inseguros y cuando la autoestima está en juego. Cuando el cerebro se enciende nos sentimos seguros y nos enfrentamos a las dificultades con decisión.
El ser humano en su primera infancia es totalmente dependiente del cuidado de otros y durante toda la vida interdependiente de nuestros vínculos.
En cuanto a la relación profesor/ alumno decir que somos personas que enseñamos y aprendemos. Tanto el profesor como el alumno llevan todos sus deseos, sueños y miedos al colegio. Profesores y alumnos aprendemos juntos, la clase es un “nosotros”
Los profesores utilizamos una serie de estrategias para reforzar el vínculo con nuestros alumnos :
- Visualizamos las relaciones personales con los alumnos como algo vivo, en desarrollo, que siempre tiene la posibilidad de crecer y de mejorar.
- Generalmente identificamos, comprendemos y descubrimos la relación con su miedo a aprender con nuestro miedo a enseñar e incluso llegamos a saber a qué es debido su máscara de indiferencia o su inmensa necesidad.
- Establecemos diariamente una atención y conexión con cada uno de nuestros alumnos. A lo largo del día se acumulan muchas conexiones personales.
- Aplicamos dos herramientas esenciales, sencillas, pero que no son fáciles: comunicación personal frecuente y demostración al alumno que nos importa.
«El profesor no es aquel que sabe más sino aquel que hace que el alumno aprenda más» (Daniel Fischman)
Fuentes: Educación al Día (cpeip.cl) y Educación 3.0